a) Origen de los sindicatos.
Los sindicatos aparecen necesariamente en cierto
momento de la evolución de la clase obrera. Aparecen históricamente cuando aún
la clase no es consciente pero ha acumulado cierta experiencia en su lucha diaria
espontánea para defenderse de los abusos de los patrones.
Los capitalistas para obtener mayor riqueza tienen que
explotar la fuerza de trabajo del obrero. El capitalismo instauró las más
crueles formas de explotación: “hay hombres que no conocen el sol, fueron
concebidos, nacieron y mueren en las galerías”. En las nuevas fábricas los
capitalistas “.... prefieren contratar
niños desde los siete años de edad; para evitar que se alejen de las máquinas,
los niños son encadenados y hasta se llega a limarles los dientes para que
coman menos.“ (W.
Montenegro, cita tomada de “Luchas obreras por las Conquistas Laborales”,
Centro Cultural Fabril 18 de mayo, Ediciones Tribuna Obrera, febrero 2015.)
Por esta razón, los obreros se organizaron sindicalmente para defenderse y luchar por lograr conquistas sociales que los protejan y el Estado ha tenido que intervenir regulando la explotación de la fuerza de trabajo de manera que la anguria sin medida de cada capitalista no acabe por destruirla.
b) La primera Ley social en
Bolivia.
A fines del siglo XIX el
florecimiento de la industria del automóvil creó gran demanda por el caucho
para la producción de las llantas.
“En Bolivia los peones e
indígenas eran llevados con engaños para convertirlos en esclavos para explotar
el caucho. Perversamente les otorgaban adelantos de dinero que nunca acababan
de pagar. “Los que no cumplian con su cuota, ... de los diez kilos... los
golpeaban y azotaban, a otros les cortaban las manos o los dedos. Se sometían,
porque si oponían resistencia sus esposas y sus hijos pagarían por ello” (Wade Davis, “El Rio, exploraciones y descubrimientos en la selva.”Cita
tomada de “Luchas obreras por las Conquistas Laborales”.)
El gobierno de Severo
Alonso, ante esta cruel explotación de la fuerza de trabajo, norma, regula su
explotación aprobando la Ley de Enganche, de 16 de noviembre de 1896. (op.cit.)
c) Características de los
sindicatos.
El sindicato comprende a
todos los obreros
de la empresa independientemente
de cualquier tipo de diferencias políticas, religiosas, etc. Debe ser lo más
amplio posible. Cuanto más amplio, mejor. No olvidar que la unión hace la
fuerza. Esto aunque normalmente sólo una minoría participe activamente de las
actividades del sindicato. Situación que cambia en los momentos de
radicalización de la lucha.
Tiene una existencia legal.
Es un derecho conquistado por los trabajadores que la patronal está obligada a
respetar.
Sus actos son públicos. Sólo
bajo las dictaduras se han conocido sindicatos clandestinos.
Toda su actividad debe ser
de amplio conocimiento de todos los afiliados.
Debe subordinarse al control
colectivo de las bases.
La actividad sindical es
parte de las garantías democráticas conquistadas por los trabajadores.
d) Democracia Sindical.
En su seno confluyen todas
las tendencia políticas, religiosas, etc. la más amplia discusión es la base de
la democracia sindical.
Los dirigentes están en la
obligación de responder de todos sus actos ante las bases y actuar de acuerdo a
lo que ellas decidan.
El punto de partida de esta
democracia radica en el respeto a la voluntad de las bases y el combate a toda
forma de burocratización de las direcciones que concluyen defendiendo los
intereses de los patrones.
e)
Independencia Sindical.
Por la forma en que
producimos y por el lugar que ocupamos en el proceso de la producción, los
trabajadores tenemos tanto intereses inmediatos como históricos.
Los intereses inmediatos son
aquellos que se refieren a las condiciones de vida y de trabajo y que urge
resolverlos sobre la marcha.
El sindicato históricamente
ha surgido como una necesidad de los trabajadores de organizarse para defenderse de los abusos de los patrones.
Las organizaciones
laborales, si quieren defender los intereses obreros de manera consecuente tienen que defender celosamente su
independencia frente a las autoridades y a la patronal.
La lucha por la defensa de
los sindicatos y por el derecho a organizarse sindicalmente ha sido larga y
sangrienta.
Se logró venciendo la
resistencia de los patrones y su Estado y el sindicalismo finalmente logró ser
reconocido legalmente.